Adolescente de Toronto sorprende a su familia con la compra de un Mercedes. Lo que realmente hacía dejó a todos boquiabiertos.
Condujo a casa en un Mercedes a los 17 años. Su madre temió lo peor, hasta que supo la verdad.
TORONTO — Un joven de 17 años de Toronto dejó a su comunidad conmocionado tras comprar un Mercedes con su propio dinero, causando sorpresa y desatando un torbellino de especulaciones. Su madre, inicialmente convencida de que estaba involucrado en el tráfico de drogas, se quedó atónita al descubrir la verdad detrás de su nueva fortuna, una revelación que ha convertido un drama familiar en una historia de ingenio.
La historia comenzó cuando el adolescente, cuya identidad está protegida por la Ley de Justicia Penal Juvenil de Canadá, llegó a casa con un elegante Mercedes-Benz, lo que despertó la preocupación inmediata de su madre, Lisa Harper. “No lo podía creer”, dijo Harper. “Es solo un niño, ¿de dónde sacaría esa cantidad de dinero? Lo primero que pensé fue en drogas, con todos los problemas que hemos visto por aquí”. Toronto, como muchas ciudades, ha sido objeto de escrutinio por la participación de jóvenes en actividades ilícitas, y recientes operaciones policiales han descubierto delitos relacionados con las drogas. Sin embargo, la realidad distaba mucho de sus temores.
Tras días de tenso interrogatorio, el adolescente reveló su secreto: había desarrollado una aplicación móvil que cobró una popularidad inesperada entre los jugadores de todo el mundo. Lanzada hace seis meses, la aplicación —un juego de estrategia con compras integradas— generó importantes ingresos por descargas y suscripciones. “Me mostró los extractos bancarios y las estadísticas de la tienda de aplicaciones”, admitió Harper. “No tenía ni idea de que fuera tan listo. Ahora me siento culpable por dudar de él”.
La aplicación, que creó en su dormitorio con tutoriales de programación gratuitos, capitalizó un nicho de mercado de entusiastas de los juegos móviles. Aunque las cifras exactas se mantienen en secreto, fuentes cercanas a la familia sugieren que las ganancias superaron los 100.000 dólares canadienses, suficiente para comprar el Mercedes y dar pie a una conversación familiar sobre su futuro. “Quiere reinvertir en su próximo proyecto”, dijo Harper, aún asimilando el giro de los acontecimientos.
Esta historia desafía la narrativa que a menudo se presenta en torno a la juventud y la riqueza en Canadá, donde la suposición de que existe un delito puede eclipsar el éxito legítimo. Si bien los incidentes relacionados con las drogas, como las recientes incautaciones de efectivo de la NCA, alimentan la sospecha pública, el logro de este adolescente resalta el potencial de la innovación tecnológica. Los educadores locales han elogiado sus habilidades autodidactas, y un profesor comentó: «Esto demuestra lo que la determinación puede lograr, incluso sin formación académica».

Mientras la familia lidia con esta inesperada ganancia, se están haciendo planes para que el adolescente consulte con un asesor financiero y posiblemente curse estudios formales en tecnología. Por ahora, el Mercedes permanece en la entrada, un símbolo no de sospecha, sino del extraordinario potencial de una mente joven.